La danza es considerada un arte donde el cuerpo es el protagonista. De la misma manera, la danza moderna es un arte donde el movimiento corporal, normalmente bajo el ritmo de la música, se junta con una apropiada escenografía y una coreografía que le dan sentido actuando como una forma de interacción social y de expresión de sentimientos y estados de ánimo que permiten que tanto el bailarín como el público disfruten de una experiencia emocionante y conmovedora.
El carácter efímero de la danza conlleva a que prácticamente sea imposible situar su origen en el espacio y en el tiempo, proviniendo la información que se conoce de unos testimonios escritos de las civilizaciones clásicas de Egipto, Grecia y Roma. La danza clásica se remonta a la Antigua Grecia cuando la danza empezó a ser considerada como arte; sin embargo, la danza más moderna no se dio a conocer hasta el siglo XIX con el movimiento romántico donde, siendo un acto de expresión inherente al ser humano, surgió como reacción a los límites de composición y de presentación de la danza clásica, así como de la necesidad de comunicarse y de socializarse, un acto muy común en todas las culturas. Acto que se conseguía a través de múltiples vías de expresión, de las cuales la danza moderna destacaba por su expresión artística y popular y por el gran espectáculo que generaba.
Muchos son los beneficios de la danza moderna e innumerables las razones por las que tanto niños como adultos deberían practicarla. En primer lugar, funciona como un gran estímulo para el cuerpo y la mente, ya que ambos se ven armonizados. Además, la autoestima se ve fortalecida y el estrés liberado, dejando así vía libre a los sentimientos y emociones, lo cual mejora el estado de ánimo y contribuye a alcanzar un óptimo equilibrio físico y emocional. No solo mejora la relación de uno mismo con su cuerpo, sino que nos ayuda a conocer nuestros propios límites y virtudes y a descubrir nuestro yo verdadero. Por otro lado, la salud física se ve reforzada y se mejora tanto la respiración como la postura corporal. Asimismo, la danza moderna puede influir positivamente en la capacidad de concentración y memoria y en el sistema respiratorio y cardiovascular, ya que los huesos y músculos se ven reforzados y la coordinación, flexibilidad y equilibrio se optimizan. Al mismo tiempo, gracias a la realización de la danza moderna, se estimulan la creatividad, la práctica del ejercicio físico y el buen humor, produciendo un agradable bienestar personal y favoreciendo las relaciones sociales y la comunicación. Finalmente, acudir regularmente a clases de danza moderna puede ser muy beneficioso para conocer gente nueva, pero también para el autoconocimiento, ya que libera endorfinas que crean un sentimiento de trabajo y cumplimiento como uno mismo, así como una sensación de superación personal que aumenta la confianza en uno mismo y, en muchos casos, facilita el camino hacia la felicidad plena.
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